Suelo radiante, el sistema de calefacción más eficiente
Las ventajas del sistema de calefacción más eficiente por suelo radiante
Ante la actual crisis energética que atravesamos, es primordial gestionar bien los recursos de los que disponemos para poder tener calidad de vida en nuestros lugares de trabajo, ocio o en nuestras viviendas. Nadie quiere pasar frío en invierno. Por eso no solo es importante aislar nuestras construcciones, sino calentarlas del modo más eficiente. ¿Conoces el suelo radiante, el sistema de calefacción más eficiente?
En Probiak estamos al día sobre todas las técnicas y materiales de construcción que optimizan el uso de recursos y nos proporcionan bienestar en los espacios interiores de cualquier tipo de edificio.
Instalamos la tecnología Thermio®+ en suelos radiantes. Se trata de un mortero de alta eficiencia especialmente diseñado para mejorar las prestaciones de los sistemas de calefacción.
Invertir en eficiencia
La tecnología Thermio®+ garantiza que el mortero se adapte perfectamente al sistema radiante. La superficie que emite calor proporciona:
- Mayor rendimiento: El suelo radiante, el sistema de calefacción más eficiente, aumenta un 30% el coeficiente de emisión térmica para maximizar la eficiencia de la instalación.
- Más confort: Logra hasta un 80% más de difusividad térmica, ya que consigue una puesta en marcha de la instalación más rápida que otros y ofrece un confort prácticamente inmediato.
- Ahorro: Te ayuda a ahorrar hasta un 18% en la factura de la calefacción, ya que permite que la caldera o bomba de calor trabaje con un mejor rendimiento.
- No ocupa espacio: Los elementos de este sistema de calefacción se encuentran bajo el suelo. Es discreto y, a diferencia del resto de sistemas, este no nos quita espacio.
- Calor homogéneo: Reparte el calor de forma homogénea por todas las estancias, asegurando una sensación de confort permanente.
Maximizar las ventajas de un suelo radiante
La tecnología Thermio®+ aprovecha todas las ventajas de los morteros autonivelantes a base de anhidrita, una roca de mayor densidad y dureza que el yeso, formada por un sulfato de cal anhidro.
El reducido espesor de la capa de mortero de tan solo 2cm y su fluidez envuelven perfectamente la instalación, evita los poros de aire y proporciona una conductividad térmica que garantiza una distribución del calor eficiente.
A mayor rendimiento, mayor confort y menor gasto energético, cosa que se traduce en un ahorro en las facturas de la luz.
El suelo radiante es el sistema de calefacción más eficiente, una alternativa a los sistemas de calefacción tradicionales. A pesar de suponer una inversión inicial para su instalación, su reducido consumo energético lo convierte en uno de los mejores sistemas de calefacción para todo tipo de edificios, desde viviendas a comercios, hospitales, oficinas, residencias, guarderías o complejos deportivos.
Es también el único sistema de calefacción que reparte el calor de forma homogénea por todas las estancias, asegurando una sensación de confort permanente.
Cuenta con dos modalidades según el suministro empleado para su funcionamiento:
- Suelo radiante por agua caliente. El suelo radiante por agua caliente es la modalidad más escogida. Funciona mediante un circuito de tubos muy finos (entre 6 y 10mm) situado bajo el pavimento, por el que pasa agua caliente. El caudal de agua necesario y la temperatura que esta debe alcanzar es mucho menor que el de un sistema de calefacción por radiadores. Esto hace que la energía consumida sea muy inferior.
- Suelo radiante eléctrico. El suelo radiante eléctrico no se compone de tubos o tuberías, sino de un cable conductor que se distribuye por toda la superficie a calentar. Dado que necesita una potencia eléctrica elevada, podría suponer un aumento del coste de las facturas de la luz.
¿Cómo funciona el suelo radiante, el sistema de calefacción más eficiente?
El suelo radiante se compone de una placa aislante o placa de aislamiento que sirve de base. Sobre esta se coloca la tubería o tubos de polietileno que transportan el agua caliente y van sujetos con grapas de sujeción. La placa aislante cuenta con una superficie cuadriculada que ayuda a la colocación de estos tubos.
Para asegurar la separación entre la instalación de suelo radiante y las paredes y evitar los denominados puentes térmicos, se coloca una banda perimetral de espuma que actúa como aislamiento lateral e impide que se pierda calor hacia otras estancias o superficies.
Sobre estos elementos se coloca una placa de mortero que cubre la instalación y sobre la que, posteriormente, se colocará el pavimento (que puede ser de cualquier material).
Normalmente, la instalación del suelo radiante va acompañada de una caldera de condensación (la más eficiente), caldera eléctrica o bomba de calor. Actualmente, también se pueden combinar con aerotermia, energía solar o energía geotérmica.
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