Cómo reformar un local para montar una franquicia
Habilitar local para montar una franquicia
Reformar un local para una franquicia supone el coste más importante de la inversión en un negocio de este tipo, por lo que es necesario tener en cuenta ciertos aspectos.
En la fase anterior, la de elección del lugar para el negocio, se habrá intentado conseguir una ubicación beneficiosa y una cantidad de metros cuadrados suficiente para desarrollar el proyecto. También se habrá verificado que las características del local lo hacen técnicamente viable para la actividad que se pretende emprender.
En muchos casos, el franquiciador habrá, además, proporcionado los planos de un local tipo y un presupuesto estándar al futuro franquiciado para que este haya podido tomar su decisión.
Las exigencias del franquiciador
Una de las peculiaridades a la hora de reformar un local para una franquicia es que el espacio debe responder rigurosamente a la línea estética marcada por el franquiciador. Se trata de una cadena comercial, y resulta básico ofrecer un servicio uniforme y homogéneo, y una identidad visual perfectamente reconocible en cualquier punto de venta. Por eso, las instrucciones acerca de la imagen corporativa serán precisas para el franquiciado y habrán de respetarse escrupulosamente en la reforma.
Usualmente, el manual de adecuación del local es el documento que recoge esas indicaciones sobre el acondicionamiento. Su objetivo principal es la homogeneidad de toda la red de puntos de venta, y define para ello aspectos generales y específicos acerca de dimensiones, estructura, decoración y calidad de los materiales.
En el manual se suelen incluir la disposición de los accesos al local, la distribución de las diferentes áreas en el interior del mismo y los criterios de utilización de elementos decorativos y accesorios. También el mobiliario y el equipamiento son descritos con exactitud, así como los elementos exteriores.
¿A quién corresponde buscar las empresas de reformas?
La respuesta a esta pregunta no es la misma en todos los casos. En algunas ocasiones, escoger la empresa para reformar un local para una franquicia es una labor que corresponde al franquiciado. Pero resulta más frecuente que sea la central de franquicia la que contacte con los técnicos y profesionales necesarios para la reforma, pues eso asegura uniformidad en la factura final de los locales.
En otros casos, la central de franquicia facilita al franquiciado el contacto de empresas de diseño, reformas, rehabilitaciones e interiorismo con las que ya haya trabajado la compañía. Eso significa que el franquiciado ha de realizar cierta labor, pero no asumir por completo la compleja tarea de selección y contratación.
Al tratarse de una franquicia, el planteamiento de la reforma suele simplificarse respecto a los negocios propios. Los materiales, los diseños, la estructura y las piezas decorativas están claramente definidos de antemano y el proceso no deja de ser, al menos parcialmente, réplica del llevado a cabo en otros locales. Aunque, por supuesto, cada establecimiento presenta sus propias características y dificultades que resolver.
Las empresas con las que se haya contactado acudirán al local y, tras examinar esas características, elaborarán un presupuesto que se presentará al cliente. Si este lo acepta, el siguiente paso será definir una planificación de las obras especificando plazos y fases de trabajo de los diferentes especialistas. Es habitual que el franquiciador esté muy pendiente de todo el proceso, pues el nuevo establecimiento debe alinearse perfectamente con la imagen y el funcionamiento del resto de la red de franquicias.
Presupuesto de la reforma y tipo de actividad
El gasto necesario para reformar un local para una franquicia presenta grandes diferencias en función del tipo de actividad comercial de que se trate. Si la empresa se dedica al sector de la restauración o al de la hostelería, el coste por metro cuadrado será notablemente superior al de un local destinado a trabajos de oficina, aunque el presupuesto final también depende de factores como la superficie del local y la calidad de los materiales empleados.
Las ventajas de afrontar una reforma como franquiciado, en suma, radican en que la central de franquicia se ocupa de algunas de las labores más engorrosas, y el proceso se simplifica al partir de una experiencia contrastada y unas instrucciones muy claras. Por otro lado, contratar con las empresas recomendadas por la central puede, en ocasiones, suponer un encarecimiento de las obras.
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