Reformar un piso para alquilar: ¿qué debes tener en cuenta?
Reformar un piso para alquilar: una interesante inversión
Reformar un piso para alquilarlo después es, no cabe duda, una de las más interesantes inversiones que podemos hacer si somos propietarios de una vivienda que no estamos utilizando. Con una reforma bien planificada y calculada, aumentaremos de forma notable el valor de la vivienda, lo que significará mayor confort para nuestros futuros inquilinos y un mayor rendimiento económico de nuestra propiedad.
Decimos que la reforma debe estar bien planificada porque el objetivo es, desde luego, aprovechar al máximo nuestra inversión y obtener los mejores resultados posibles. Para lograrlo, hay ciertos elementos y estancias de la vivienda que suelen aportan más valor que otros, y en ellos deberíamos centrarnos si queremos reformar para alquilar. Por ejemplo:
Suelos
Debemos determinar el nivel de desgaste y la calidad general del parquet o tarima que tengamos en el piso y, si es necesario, cambiar los suelos. Comprobaremos que el aspecto general de la vivienda cambia mucho, a mejor, con un suelo nuevo y de mejor calidad.
Aislamientos
La eficiencia energética de los materiales de la vivienda y el nivel general de insonorización son dos factores a los que los futuros inquilinos concederán mucha importancia. Por lo tanto, merece la pena invertir para mejorarlos. Y no debemos olvidar las ventanas, que también son una parte fundamental del aislamiento de la vivienda. Si son de baja calidad o están en malas condiciones, es recomendable que las cambiemos.
Instalaciones
Circuitos de agua, gas, electricidad, aire… se deterioran mucho con el uso y el paso del tiempo, pero, si pretendemos alquilar la vivienda, deben estar en perfectas condiciones. Con unas instalaciones obsoletas o en malas condiciones –problemas que ningún posible inquilino pasará por alto–, el precio que podremos pedir para alquilar el piso será mucho menor.
Cocina y baños
Son dos de las estancias en las que más tiempo pasamos, y las más vulnerables frente a problemas como las humedades, el moho, el desgaste por el uso continuo, etc. Por lo tanto, al reformar un piso para alquilar, puede ser buena idea, dependiendo de nuestro presupuesto, darle un lavado de cara a la cocina o hacer pequeñas mejoras como cambiar la bañera por un plato de ducha.
Que tu piso destaque: garantía de rentabilidad futura
El mercado del alquiler está en crecimiento y cada día llegan decenas de nuevos pisos a los portales inmobiliarios. Pero muchos de ellos son pisos antiguos y descuidados, lo que sin duda supone una interesante oportunidad para los propietarios que se decidan a reformar antes de alquilar.
Sus pisos destacarán frente a los demás, y el resultado será menos tiempos de espera entre alquileres, arrendamientos de mayor duración y fiabilidad y, como es evidente, una mayor rentabilidad. Una vivienda reformada es mucho más atractiva, a todos los niveles.
En el apartado anterior hemos mencionado los aspectos prácticos, básicos, que deben tenerse en cuenta al reformar un piso para alquilar, pero en realidad la reforma puede ir mucho más allá. Si podemos permitírnoslo, reformar nuestro piso también a nivel estético, con acabados y detalles especiales, aumentará aún más el interés de los posibles inquilinos.
Y no solo de ellos. No debemos olvidar que un piso reformado tiene también un mayor valor de venta, como es lógico. Así que si en el futuro nos decidimos a vender el piso, descubriremos que se habrá revalorizado mucho más que si no hubiésemos invertido en él.
En cualquier caso, cada vivienda es diferente, así que si quieres saber cuál es la mejor forma de invertir en la tuya para aumentar su valor de cara a un futuro alquiler, en Probiak podemos asesorarte sin compromiso. Somos una empresa de obras y reformas en Bilbao, con años de experiencia, y estamos a tu servicio.
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